martes, 27 de mayo de 2014

Reseña de Puerto Libertad (Rosario Raro, Unaria ediciones 2013)







PUERTO LIBERTAD
Rosario Raro
Ediciones Unaria

El haiku describe generalmente los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones y la vida cotidiana de la gente. Su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo),... la sutileza, la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con esta la eternidad a la que quedan entregadas las cosas dichas.
En la base del haiku hay una percepción directa de las cosas, apegada a lo sensible y libre de conceptos abstractos. Blyth lo define como «una mera nada, pero inolvidablemente significativa».
La piedra angular del haiku es el aware, una emoción profunda provocada por la percepción de la naturaleza. A menudo se trata de una emoción melancólica (el poeta, contagiado por el sufrimiento de los seres, siente su tristeza y de ahí nace su poesía), pero también la alegría exultante puede ser aware. Se trata de una conmoción espiritual, que es a la vez estética y sentimental.
Para que el aware sobreviva a través de las palabras, es preciso que el haijin (el poeta que escribe haiku) se elimine del proceso. En el haiku genuino se produce una comunicación análoga a la no verbal (el haragei, arte de comunicarse sin palabras), sin confusión ni ruido.
Puerto Libertad, sin pretender ser expresamente un libro de haikus, y al mismo tiempo siéndolo en el fondo, al amparo de una libertad formal, juega al juego de la síntesis, de la revalorización de la esencia, de la necesidad de lo pequeño que al acercarnos se engrandece hasta encogernos y sobrepasarnos.
Con una sutiliza particular Rosario Raro nos arrastra con sus emociones y anhelos, recuerdos y puertos por descubrir, ajustando su decir poético a la sencillez y a la verdad de lo incuestionable.
Dotando a su trabajo de un sentir oriental, la poeta, explora el vacío en busca de una anhelada plenitud. Plenitud de lo dicho que es esencia desnuda. Fascinación al fin y al cabo por robar al tiempo la simplicidad de su mismo curso.
Para ser voz Rosario Raro deja de ser, y en el alma silente de la poeta encuentra huellas, contracciones, emociones, recursos para indagar y proponernos un viaje.
Puerto Libertad, es, como todo los viajes. un transitar un camino lleno de presagios, curvas presentidas y acantilados inesperados desde los que divisar el barco que pasa o aquella isla que tanto anhelamos, o aquellos otros horizontes, que nos quitaron el sueño y que ayer mismo dejamos de lado para siempre.
Huyendo de la fácil moralidad o la futil moraleja, sin caer en un zen esnobista o amanerado, Rosario Raro ha logrado transfigurar sus pensamientos y abocarlos a un mar de belleza por el camino de la reducción y la claridad. Como cualquier empeño humano el poemario tiene como objeto llegar a buen puerto. Ese puerto la poeta lo ha designado con gran acierto como Puerto Libertad. Pero he aquí que lo que importa es el viaje: la poesía navegando a mar abierto.
PD: Puerto Libertad, puede adquirirse bien en edición impresa (como un poemario al uso) o guarecido en una atractiva caja, suave al tacto y de cuidada encuadernación, que lleva consigo un lápiz USB o CD (a elegir), mapa sensible de imágenes que ilustran algunos haikus, incorporando así el mundo digital al analógico.


Joan Pinardell






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