viernes, 31 de enero de 2014

A tiempo II, de Marcelo Díaz. Palabra y madera, poesía y escultura




A TIEMPO
Escultura y Poesía
Marcelo Díaz

Sobrecogedora exposición del escultor, poeta y amigo Marcelo Díaz. Happening participativo y poesía, tomadas de la mano frente a un mar de posibilidades, donde el artista nos invita a tocar, a transformar, a buscar, a redescubrir el espacio poético. Abstracción lírica con orden concreto y constructivo. Reelaboración de lo sentimental para hechizar los sentidos visuales, táctiles y sonoros. Recreación de la luz en busca de un hombre nuevo: capaz de despertar lo estático, lo inanimado, lo dormido.
Con un lleno completo y una disposición impecable de las obras Marcelo presentó el pasado sábado su nueva propuesta. Maravillosa exposición de lo que han sido los últimos años de vida de taller y de quehacer poético. Participación sugerente y espontánea. Imaginativas propuestas y desarrollo histórico de una visita guiada por el mismo artista que trasformó aquel lugar en un lugar mágico, capaz de albergar cualquier conjuro, suficiente para demostrar que el arte no esta muerto y que sigue siendo necesario como guía, resonancia y plenitud.
Si quedaba alguna duda, yo no la tenía, de que Marcelo Díaz es un referente no valorado en su merecida dimensión una vez más sus hechos, sus obras, lo demuestran.
No es fácil establecer un diálogo con sentido entre dos materias, palabra y madera, que si guardan en si mismas todas la esencias humanas, parecen a simple vista condenadas al acompañamiento y no a la interacción.
Marcelo lo ha conseguido. Y su propuesta es una acción mesurada y loable que llega al buen fin gracias a su entrega y a un conocimiento magistral de los medios que la provocan. Es de halagar la respiración pausada de su voz, el sutil desenlace de su tacto, y todo ello unido en un parto de luz, en un tiempo de anhelos que asentándose sobre el pasado ejercen su espiral de presente para lanzarnos al futuro.
No exagero.
Quien haya asistido me dará la razón.
Soy objetivo: A TIEMPO, es una maravillosa plasmación del hombre ante y con la vida. Allí cabemos todos. Allí no sobra nadie. Su luz no se equivoca.
Gracias, una vez más, maestro…


Joan Pinardell

No hay comentarios:

Publicar un comentario