Las fotos de ayer en la Librería Argot con Enric Serra Prades y el Capitán Ahab, escrito por él y enrolado en el pasaje de Unaria ediciones. Hablamos de Molifont, Bonretorn, Montlum, los lugares de este libro que solo se pueden visitar con Enric.
Autor también de la página http://www.lafamiliamonster.blogspot.com.es/ desde la que investiga la ultrarrealidad. Cada vez que pasamos una tarde juntos, Enric me la resume en una frase siempre clarividente. Los compañeros de El Almadar y la revista Azharanía leyeron varias de sus cartas de navegación y uno de sus mejores poemas "Biografía de solapa". Gracias, Enric, por tanto. "Es un lujo poder decirte hasta mañana".
Rosario Raro
Es hora de hablar de ti, padre.
Yo deseaba tu muerte para poder
desligarme de la camisa de fuerza
a la que me tenías condenado.
Sé de tu sufrimiento por no tenerte,
juntos paseábamos por el arenal, solos,
no hubo criatura tan bella para ti,
¿quién trastocó el noviazgo en un infierno?
Todo tu sufrimiento, mientras huías
por la montaña para abrazar la locura,
sólo Dios lo sabe. No te percataste de que
llevabas a tu hijo a rastras al averno;
a tu hijo iracundo e impotente.
Tú buscabas El Dorado, y hasta estuviste
cerca de encontrarlo. Todo cayó en balde.
Ahora, lloro porque necesito de tu amparo,
padre mío, me has dejado a solas ante
el tiempo. Tú demandabas en silencio
el auxilio, ahogado, mientras los coches
pasaban. Tú estabas en el lugar de mi nacimiento,
un saludo frío, compasivo, cada uno a su destino.
Tú estabas a mi lado junto al vientre de mamá,
bailando los tres, mediados de los setenta,
cuando juntos protegíais al hombre que está escribiendo
en el límite de aceptar su sufrimiento o su suicidio,
que tan adentro tengo grabado en mi memoria.
Cuando llegaste y me viste desmoronado.
Cuando perdimos a mamá y ansioso
la encontraste. Hay tanta afrenta que no
perdonaría si no fuera porque sé que ahora
estarías arrepentido. Te mató el humo del tabaco
y del camión. ¿Por qué tardaste tanto
en venir? De tanto luchar contra los elementos,
no fuiste capaz de comprender que no eras el único
que sufrías. No tuviste otra oportunidad. No condujiste
coches caros, ni fuiste a restaurantes, te conformaste
con un canario cantarín que te regaló un soldado cuando la guerra.
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Enric Serra i Prades - "Capitán Ahab"
Esta mañana he vuelto a leer este poema: Es hora de hablar de ti, padre. Y por quinta o sexta vez me ha vuelto a conmover.
ResponderEliminarQuerida Rosario: para mi padre hubiera sido un orgullo tener un hijo poeta, estoy seguro. Si con este poema te puedo conmover, o lo que yo entiendo por conmover, que es salir renacido, libre y amado, por no caer en la cursilería de emocionado, me quedaré satisfecho por completo, y más viniendo de ti, que es un grado.
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